Damasco-campo, 25 oct (SANA) Con el estallido de la revolución siria en 2011, el Monasterio de San Moisés el Abisinio, ubicado en la zona rural de Damasco, experimentó un cambio radical. El número de visitantes disminuyó de aproximadamente 30.000 en 2010 a casi cero. Los desafíos de aquel momento no se limitaron al aislamiento; se agravaron a medida que los combates se acercaban, especialmente después de que la organización terrorista Daesh tomara el control de la vecina zona rural oriental de Homs entre 2015 y 2017.
Hoy, el monasterio entró en un período de paz, con sus puertas reabiertas a todos los visitantes.
“Vivíamos en constante ansiedad, temiendo ser secuestrados o asesinados en cualquier momento, especialmente después de que Daesh llegara a la ciudad de Al-Qaryatayn, en la zona rural de Homs, y secuestrara a varios cristianos en 2015”, comunicó a SANA el director del monasterio, el padre Jihad Youssef.
“Experimentamos el miedo en todas sus formas, además del aislamiento que impedía a la gente llegar hasta nosotros”, detalló.
Un refugio para revolucionarios y perseguidos por el depuesto régimen
A pesar de los peligros que amenazaban al monasterio, este pasó de intentar preservar su supervivencia y estabilidad a desempeñar una activa labor humanitaria. Se convirtió en un refugio para quienes buscaban seguridad.
El padre Youssef documenta cómo el monasterio acogió a aproximadamente diez activistas, revolucionarios y perseguidos políticos durante la época del depuesto régimen, la mayoría de ellos provenientes de la ciudad de Al-Nabk.
El sacerdote recuerda también cuando el monasterio intentó brindar apoyo humanitario a algunos revolucionarios que se habían refugiado en las montañas vecinas.
“Entre quienes buscaron refugio en el monasterio se encontraba el activista Mahmoud al-Farm, de la ciudad de Al-Nabk. Tenía catorce años cuando buscó refugio en el monasterio durante un mes entero, tras ser arrestado junto a su madre. Posteriormente, fue perseguido de nuevo por las autoridades del depuesto régimen. El monasterio le brindó protección”, relató.
Monasterio de San Moisés el Abisinio… Patrimonio de la Humanidad
“El monasterio es patrimonio no solo de Siria, sino del mundo entero”, señaló el padre Youssef, enfatizando la necesidad de preservar la condición del monasterio y sus alrededores como centro de paz y diálogo, y como modelo de fraternidad humana.
El Monasterio de San Moisés el Abisinio, conocido como punto de encuentro para el diálogo islámico-cristiano, se encuentra enclavado entre las rocas de un valle en las montañas orientales de Qalamoun, en la campiña de Damasco.
Fue construido hace más de 1.800 años, durante la época romana, como torre de observación a lo largo de la Ruta de la Seda que conectaba Palmira con el Levante. Posteriormente, se transformó en un monasterio y en un valioso patrimonio cultural.










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