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Nueva York, 28 sep (SANA) El ministro de Exteriores y Emigrantes de Siria, Bassam Sabbagh, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, abordaron las relaciones de cooperación bilateral entre ambos países, en especial en el ámbito económico, y destacaron la importancia de celebrar reuniones de la comisión gubernamental conjunta en el menor plazo posible.
Durante su encuentro en Nueva York, ambos cancilleres abordaron los esfuerzos conjuntos de sus países en el marco de la ONU y otros organismos multilaterales, para contrarrestar los intentos de Occidente de socavar los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
También analizaron la situación actual en Oriente Medio a raíz de la reciente escalada israelí contra el Líbano y las continuas agresiones contra territorio sirio, además de la persistente guerra contra el pueblo palestino.
En este sentido, coincidieron en la necesidad de respetar plenamente los principios del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas, y la soberanía e integridad territorial de los Estados.
Sabbagh y Lavrov firmaron una declaración conjunta sobre medidas para enfrentar y mitigar los efectos negativos de las sanciones unilaterales, en la que reafirmaron que la imposición de tales medidas por cualquier Estado es ilegal y contraria a la Carta de la ONU y al derecho internacional, lo que acarrea responsabilidad internacional.
La declaración instó firmemente a los Estados a abstenerse de adoptar, emitir o imponer sanciones unilaterales que obstaculicen el desarrollo económico y social, particularmente en los países en desarrollo.
Además, se llamó a trazar una hoja de ruta para reducir la dependencia del comercio internacional de las monedas nacionales susceptibles de ser utilizadas para implementar sanciones unilaterales o para respaldar la hegemonía monetaria de un Estado en la economía global.
También, se subrayó la responsabilidad de compensar a los países afectados por las pérdidas económicas o financieras derivadas de tales medidas.
Finalmente, el documento enfatizó que los bienes y activos gubernamentales y privados, incluidas cuentas bancarias, bonos, propiedades inmobiliarias, así como sedes e instalaciones diplomáticas y consulares, deben estar protegidos contra cualquier congelación, confiscación o restricción resultante de la aplicación de sanciones unilaterales.
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