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Damasco, 29 jul (SANA) Con una pierna amputada, el ex militar herido sirio Ali Mahmoud se siente en una silla en los lugares más concurridos de la ciudad vieja de Damasco, donde desenfunda su flauta y empieza a tocar difundiendo melodías que dan tanquilidad y paz a los transeúntes.
Mahmoud, conocido como el “Herido de la Paz”, se instala a veces en el emblemático barrio de Qaymiriyah o cerca del muro de la Gran Mezquita de los Omeyas, donde las melodías de su flauta se escuchan en los antiguos callejones.
Cualquiera que lo mire tocando, percibe la fuerza de este hombre que afronta su incapacidad armado de la esperanza de seguir hacia adelante.
Estas dulces melodías llegan a los oídos de los transeúntes que buscan con avidez su fuente.
El flautista ahorra parte de lo que le dan sus aficionados para poder mantener su familia.
Hace nueve años atrás Mahmoud resultó herido en uno de los combates contra los grupos terroristas y perdió su pierna izquierda, pero su pasión por tocar el Flauta fue su refugio y una clave para cambiar su destino.
Cientos de personas transitan a diario por los barrios y callejuelas del casco antiguo de la capital milenaria, algunas preocupadas por el trabajo, el estudio, la situación económica del país, y otras enamoradas, y todas disfrutan las melodías que Ali toca con su flauta.
¿Sabías…?
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❤️ En la tierra siria apareció “Ornina” la primera cantante de la historia.
Un pueblo que la música y el arte corren en sus venas no puede ser derrotado ni doblegado.
Watfeh salloum/fm
