Damasco, 05 abr (SANA) El presidente Joe Biden mostró hoy su creciente frustración con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo cual podría conducir a un cambio en el apoyo de Estados Unidos a su aliado.
Palabras más o menos expresó un no muy extenso comunicado de la Casa Blanca sobre la conversación telefónica que sostuvieron este jueves ambos líderes en medio de crecientes tensiones, sobre todo después de la muerte el 2 de abril de siete voluntarios que repartían comida en Gaza, entre ellos un estadounidense, que cayeron bajo las bombas de Israel.
La conversación telefónica fue la primera desde el 18 de marzo entre Biden y Netanyahu, y el lenguaje en esta ocasión varió algo después de meses de defender la conducta de Israel, incluso cuando aumentaban las muertes de civiles palestinos en Gaza, opinaron expertos.
El presidente Biden -según el texto- enfatizó que los ataques a los trabajadores humanitarios y la situación en la asediada Franja “en general son inaceptables”.
Son inaceptables; también lo son las más de 108 mil víctimas palestinas entre fallecidos y heridos que dejó la ofensiva israelí en los últimos seis meses (pero de esto no hablaron).
Ambos también discutieron las presuntas amenazas de Irán y en ese punto, dijo el comunicado, “Biden dejó en claro que Estados Unidos apoya firmemente a Israel”.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a los periodistas este jueves que la llamada entre Biden y Netanyahu se organizó tras la muerte de los trabajadores de World Central Kitchen. «No voy a anticipar ninguna posible decisión política que se avecina», apuntó el funcionario, quien especificó: «Lo que queremos ver son algunos cambios reales del lado israelí y, ya sabes, si no vemos cambios por su parte, tendrá que haber cambios por nuestra parte».
La llamada ocurrió el mismo día que el secretario de Estado, Antony Blinken, sugirió que la política de Washington hacia Tel Aviv en relación con Gaza podría cambiar si no se atienden los llamados “a proteger a los civiles”.
Lamentablemente, mientras la administración Biden alega estar en esos esfuerzos mantiene el flujo de ayuda militar a Israel.
El Gobierno de Estados Unidos está considerando vender a Israel hasta 50 nuevos aviones de combate F-15, 30 misiles aire-aire avanzados de alcance medio AIM-120, así como bombas que podrían ser guiadas con precisión.
Reportes de la televisión local indican que Estados Unidos destinó a Israel bombas MK 84 que, según funcionarios de la administración demócrata, pueden “destruir bloques enteros”.
Las bombas son parte de un paquete de armas que fue aprobado para Israel hace años, pero que recién se está cumpliendo e incluye más de mil 800 del tipo Mark 84 (MK84) de dos mil libras y aproximadamente 500 Mark 82 (MK82) de 500 libras, dijeron dos funcionarios no identificados en declaraciones a la cadena NBC News.
Un informe del Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz, reveló que el 69 por ciento del total del armamento que importa Israel proviene de Estados Unidos.
Muchas de esas armas son las causantes de esas más de 108 mil víctimas civiles en Gaza que hay que mencionar también cuando se hable de los trabajadores humanitarios.
Fuente: Prensa Latina