Damasco, 03 abr (SANA) La devastadora guerra contra Siria cumple 13 años en este marzo, y aunque el ejército nacional logró liberar del terrorismo el 80 por ciento del territorio, factores externos como la ocupación militar foránea directa y las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea impiden la recuperación económica.
Siria marchaba hacia la recuperación, pero en junio del 2020, y a pesar de las secuelas de la guerra y la pandemia de la Covid-19, Estados Unidos aplicó de manera unilateral nuevas sanciones extraterritoriales contra el país bajo el nombre de Ley César, destinada a asfixiar a Damasco.
Las autoridades aseguran que estas medidas económicas coercitivas unilaterales son la otra cara del terrorismo que derramó la sangre de los sirios, ya que impiden el desarrollo del país y su reconstrucción, además de afectar el nivel de vida de los ciudadanos.
Prensa Latina dialogó con el experto Mohammed Shams Eddin, director de la Oficina Árabe de Estudios Económicos, quien afirmó que la economía siria antes de la guerra era fuerte y sólida.
Esto le permitió resistir las sucesivas crisis, como la guerra que comenzó en 2011, el bloqueo económico, la pandemia de la Covid-19 y luego el devastador terremoto que asoló algunas partes de Siria. “Estamos hablando de cuatro desastres enfrentados por el país. Sin embargo, la economía se mantuvo firme”.
Aunque no podemos en este sentido ocultar los aspectos negativos como la devaluación de la moneda siria a cambio de otras divisas como el dólar, lo cual repercutió en la subida de los precios y el bajo poder adquisitivo de la mayoría, aclaró.
PÉRDIDAS ECONÓMICAS MILLONARIAS
Son escasas las cifras difundidas por el gobierno sirio sobre las pérdidas de la economía ocasionadas por el terrorismo y la ocupación, y esto se debe a que hay partes del territorio nacional aún bajo control de milicias separatistas o grupos terroristas en el norte y nordeste del país.
El conflicto tiene efectos desastrosos en todos los sectores, con el 70 por ciento del parque industrial destruido, pérdidas estimadas en unos 60 mil millones de dólares.
Perdimos también alrededor de un millón de puestos de trabajo debido a la destrucción en los sectores de industria, agricultura, comercio y servicios, reveló el representante permanente sirio ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Viena, Hassan Khaddour.
Según declaraciones del diplomático, el número de plantas industriales privadas dañadas, registradas solo en las provincias de Damasco, Alepo, Hama y Homs, asciende a unas cuatro mil 200, mientras salieron de producción 49 fábricas del sector estatal.
Necesita Siria como mínimo 210 mil millones de dólares para recuperar su rueda de producción industrial como era antes de la guerra, puntualizó.
Otros datos revelados por Damasco sobre el sector petrolero que antes de la guerra constituyó la principal fuente de ingreso del Estado sirio, muestran que los daños como resultado del saqueo y sabotaje por parte de Estados Unidos ascendieron a 115,2 mil millones de dólares.
Denunció que las fuerzas estadounidenses y sus milicias “terroristas y separatistas” robaban entre 100 a 130 mil barriles por día y recientemente esta cifra alcanzó los 150 mil, a lo cual se añade 60 millones de metros cúbicos de gas natural al año.
En cuanto a los perjuicios indirectos, el valor supera los 87,7 mil millones de dólares, cifra que representa los beneficios perdidos de petróleo crudo, gas natural y doméstico resultantes de la disminución de la producción.
Estas no son simplemente cifras, sino pruebas que demuestran la responsabilidad de Estados Unidos y sus aliados por el sufrimiento y el deterioro de la situación económica y humanitaria de los sirios, indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
MEDIDAS PARA INCENTIVAR PRODUCCIÓN Y EXPORTACIONES
Son numerosas las legislaciones o enmiendas aprobadas por el gobierno para superar los obstáculos y apoyar la producción y las exportaciones, otorga facilidades para incentivar la recuperación de la actividad industrial al garantizar servicios de electricidad, agua, alcantarillado, centros médicos y red de carreteras, indicó.
En cuanto al programa de sustitución de productos importados por otros fabricados localmente, 103 inversores presentaron proyectos que se benefician de las facilidades ofrecidas para fabricar 71 rubros.
Por otro lado, el presidente Bashar Al-Assad promulgó una nueva ley de inversiones para alentar el establecimiento de proyectos que contribuyan a la reconstrucción del país y al logro de un desarrollo económico.
La nueva legislación fomenta y protege los capitales extranjeros y locales, y proporciona un entorno propicio para establecer inversiones y proyectos industriales de gran productividad. También impulsa un crecimiento económico que eleve los ingresos financieros del país y asegure nuevas oportunidades laborales.
Los privilegios aduaneros e impositivos que ofrece la legislación no tienen precedentes para los proyectos de inversión con licencia, ya que eliminan por completo los aranceles aduaneros y financieros sobre la importación de maquinarias, equipos, líneas de producción y medios de transporte con vistas a servicios.
Los proyectos de producción agropecuaria también se benefician de la ley, al eximirlos de los impuestos y de todos los derechos aduaneros sobre la importación de herramientas y equipos de producción.
En cuanto los proyectos de desarrollo, las cláusulas eximen del 75 por ciento del impuesto sobre ganancias por un período de 10 años.
Por otro lado, el Ejecutivo sirio aprobó una medida adicional que contribuye al aumento de exportaciones mediante el subsidio del 10 por ciento de los costos de transporte de los productos industriales fabricados localmente.
Shams Eddin aseguró que Siria es un país prometedor y hay muchas esferas para la inversión en las industrias de la medicina, los vehículos, las electrónicas y las industrias tecnológicas y de agricultura.
Las leyes aprobadas son importantes para impulsar las inversiones extranjeras, pero el bloqueo estadounidense pone estas inversiones en una situación difícil, por lo cual hay que abogar para que se levanten estas sanciones, indicó el directivo.
Agregó que el ambiente inversionista en el país es bueno y cuando lleguen estos flujos financieros “veremos más oportunidades de trabajo y se moverá la rueda económica, y habrá mayor flujo en la divisa entrante, lo cual contribuiría a mejorar el valor de la libra siria y los ingresos de la mayoría, particularmente los trabajadores en el sector estatal”.
REESTRUCTURAR EL SUBSIDIO, DESTINARLO A LAS FAMILIAS MÁS VULNERABLES
El Gobierno continúa el enfoque de subsidio a pesar de las crecientes dificultades financieras que ello implica por el bloqueo impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea.
No abandonaremos esta política, trabajamos para la restructuración del subsidio y modificar sus mecanismos a fin de que llegue a quienes lo merecen y necesitan, dijo el jefe del jefe del Ejecutivo, Hussein Arnous.
Aclaró que el Estado vende el pan al pueblo al cinco por ciento de su costo e igualmente subsidia los derivados del petróleo, los fertilizantes, las redes de riego para los agricultores, y los sectores de educación y salud.
Sin embargo, reconoció la suspensión del subsidio a casi 400 mil familias de las más de cuatro millones existentes en el país. El ahorro logrado en el proceso de reestructuración se destina a la reducción del déficit presupuestario, aumentar los salarios de los empleados y trabajadores y a la asistencia social de las familias más vulnerables, explicó Arnous.
De acuerdo con el ministro de Petróleo y Recursos Minerales, Firas Kaddour, el levantamiento parcial del subsidio sobre derivados de petróleo se debe a que la producción actual no supera los 15 mil barriles de crudo por día que cubren el cinco por ciento de las necesidades del país.
Se producen actualmente 10 millones de metros cúbicos de gas que satisface alrededor del 40 por ciento del consumo, afirmó el ministro.
Detalló que Siria producía 386 mil barriles de petróleo por día antes de la guerra, de los cuales 240 mil se refinaban y se consumían localmente, y 140 mil se exportaban. Actualmente importa el 95 por ciento de lo que necesita de crudo, es decir, unos cinco millones de barriles de petróleo al mes, puntualizó.
REHABILITACIÓN INDUSTRIAL, RESULTADOS ALENTADORES
El ministro de Industria de Siria, Ziad Sabbagh, confirmó que el 80 por ciento de las instalaciones del Estado en ese sector recuperaron su producción tras ser sometidas a proceso de reconstrucción.
Hemos rehabilitado y devuelto al proceso productivo 16 plantas estatales que fueron parcial o completamente destruidas por las acciones terroristas, dijo el titular del ramo.
Disponemos en la actualidad de 137 mil fábricas pequeñas y grandes, de las cuales 87 mil producen y 50 mil dejaron de funcionar por diferentes razones frente a la guerra y el bloqueo, reveló.
La ciudad de Alepo, considerada la capital industrial de Siria, presenta indicadores económicos alentadores a pesar del bloqueo y la turbulenta situación económica a nivel mundial.
De acuerdo con el director de Ciudades Industriales de Alepo, Hazem Ajman, 815 instalaciones volvieron a producir, la mitad fueron rehabilitadas y reconstruidas, en tanto el resto lo constituyen plantas totalmente nuevas.
El ejecutivo reveló que sólo en el polígono de Sheikh Najjar hay 45 mil trabajadores que laboran en fábricas en fase de producción o en construcción, al tiempo que se vendieron seis mil terrenos para empresas con el fin de establecer plantas nuevas.
El Ministerio de Economía y Comercio Exterior de Siria dio a conocer que durante 2023 hubo un aumento en las exportaciones y una disminución en las importaciones del país.
El valor de productos exportados en 2023 por los sectores público y privado superó los 900 millones de euros, lo que significa una mejora del 60 por ciento en comparación con el 2022, afirmó el ente en su informe anual sobre el sector de comercio exterior.
Aclaró que este aumento se debió al incremento de las cantidades y el valor de las exportaciones de fosfatos, prendas de vestir, calzado, medicamentos, productos aromáticos y algunos agrícolas, como las almendras.
Por otro lado, la entidad indicó que hubo una disminución del 27 por ciento en el valor de las importaciones de los sectores público y privado, que llegaron a tres mil 200 millones de euros.
Esta reducción se debió a la política de racionalización seguida por el Ministerio para centrar las importaciones en los requerimientos de producción industrial y agrícola, y en las necesidades alimentarias y farmacéuticas básicas de los ciudadanos.
Según el especialista Shams Eddin, pese a todo hay optimismo en el campo económico porque Siria enfrentó, resistió y venció durante todos los años anteriores, guerras y crisis políticas, militares y naturales.
En el futuro, Siria podrá vencer en el campo económico y esperamos un renacimiento y el retorno de las inversiones árabes y extranjeras, para que el país recupere los estándares de antes de la guerra y vuelva a ser un oasis de prosperidad económica en la agricultura, la industria y el turismo, concluyó.
Por Fady Marouf
Fuente: Prensa Latina