Analistas destacan las preocupaciones de Francia por la pérdida de influencia en una zona geográfica de mucho interés estratégico y económico.
Damasco, 28 mar (SANA) La victoria en Senegal del candidato antisistema Bassirou Diomaye Faye y su reclamo de relaciones exteriores equitativas y diversificadas explica que Francia parezca en modo control de daños ante la nueva realidad en su antigua colonia.
El país de África Occidental obtuvo su independencia de Francia en 1960, después de ser parte desde 1946 de la Unión Francesa, pero al igual que ocurrió con otras colonias, París mantuvo su presencia, con vínculos comerciales y económicos favorables para la potencia europea, sin que cambiara la condición de pobres de los independizados.
Exmiembro del disuelto partido Patriotas Africanos de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (Pastef), el mandatario de 44 años calificó los nexos con Francia de “una alianza correcta, que debe ser revisada” y al mismo tiempo insistió en su visión de soberanía.
Seremos aliados confiables de todos los socios extranjeros respetuosos, señaló Faye, quien en sus mensajes de independencia e integración y diversificación económicas ha mencionado la salida del franco CFA, considerado un vestigio colonial.
“África tiene 54 países, y solo 14 no cuentan con su propia moneda. ¿Por qué debemos renunciar a una palanca de financiación tan importante cuando aspiramos al desarrollo? (…) Un país soberano debe ser totalmente soberano, no a la mitad”, había subrayado antes de la cita en las urnas a la cadena Franceinfo.
El lunes, el presidente francés, Emmanuel Macron, felicitó en la red social X a Faye por su triunfo, le deseó éxitos y mostró expectativas de poder trabajar juntos.
La víspera, la Cancillería reiteró las felicitaciones, y saludó a todos aquellos que hicieron posible la celebración de los comicios, su desarrollo pacífico y la fuerte participación popular, alabando la larga tradición democrática de Senegal, hasta ahora un aliado clave de París en la convulsa región del Sahel.
Estamos plenamente movilizados para trabajar con las nuevas autoridades en todas nuestras prioridades comunes y al servicio de nuestros pueblos, reflejó en un comunicado el Quai d’Orsay.
Analistas evocan tanto los desafíos de Faye con su propuesta política como las preocupaciones de Francia por la pérdida de influencia en una zona geográfica de mucho interés estratégico y económico.
En ese sentido, recuerdan que la potencia y otrora metrópolis ya fue obligada a romper con las nuevas autoridades de Burkina Faso, Mali y Níger, donde se produjeron golpes de Estado y Francia fue acusada de injerencismo.
Fuente: Prensa Latina