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Dubái, 2 dic (SANA) El primer ministro sirio Hussein Arnous consideró hoy que los desafíos comunes que enfrentan los países del G77 y China les exigen trabajar para concretar una respuesta conjunta.
En un discurso pronunciado en la Cumbre del Grupo de los 77 y China celebrada Dubái, Emiratos Árabes Unidos, Arnous agradeció a la amiga República de Cuba por su invitación a celebrar esta cumbre, y reiteró el reconocimiento a Emiratos Árabes Unidos por acoger la Conferencia de los Estados Partes en la Convención sobre el Clima.
“Nuestra reunión celebrada al margen de la cumbre climática COP28 es una expresión del espíritu de profunda solidaridad y sincera asociación entre los países de nuestro grupo, y es una afirmación de nuestra determinación de fortalecer nuestros esfuerzos para defender nuestros intereses comunes y tratar los desafíos que enfrentamos como resultado del cambio climático, el calentamiento global y los desastres naturales resultantes de ellos”, dijo el jefe del Ejecutivo.
Indicó que un gran número de países del Sur todavía enfrentan grandes desafíos en cuestiones del cambio climático, incluida la implementación de proyectos de energía renovable y el logro de la seguridad alimentaria, lo que impide su capacidad para alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible.
Los desafíos comunes que enfrentamos requieren que trabajemos para lograr una respuesta conjunta que surja de la conciencia sobre desafíos que enfrentan los países en desarrollo, que no se limitan a preocupaciones económicas y de seguridad, sino van más allá para incluir las repercusiones de la peligrosa situación ambiental en nuestro planeta, y los desastres naturales como terremotos, inundaciones, huracanes e incendios forestales, puntualizó.
Aclaró que Oriente Medio ha sido testigo durante decenios de una importante disminución de las precipitaciones, lo que ha ensombrecido la producción agrícola y ha provocado una importante disminución de la proporción de agua per cápita.
La guerra terrorista contra Siria ha aumentado la gravedad de los desafíos medioambientales, y en los últimos años, hemos sido testigos de la extracción de petróleo sirio mediante métodos primitivos por parte de organizaciones terroristas y milicias separatistas leales a las fuerzas de ocupación extranjeras, dijo el alto funcionario.
Aseguró que el agua también ha sido utilizada como arma por un país vecino, privando a millones de sirios del agua y reducir los caudales del río Éufrates como herramienta de presión y para lograr sus intereses políticos.
Denunció que las injustas medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea privaron al pueblo sirio de sus necesidades básicas, incluidos el combustible y el gas, lo que llevó a una parte de los sirios a talar árboles para utilizarlos para la calefacción y las actividades cotidianas de la vida.
Según afirmó Arnous, a pesar de todos los desafíos, Siria ha dado muchos pasos en el campo de las energías alternativas y ha promulgado nuevas leyes para alentar a los inversores a establecer plantas de generación de energía renovable, y ha facilitado procedimientos para atraer inversiones extranjeras en este sector.
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