Ottawa, 22 oct (SANA) Según escribió el sitio web canadiense “Global Research”, el ejército israelí disparó municiones de fósforo blanco durante sus ataques agresivos contra Gaza. Su uso como arma incendiaria en zonas donde vive población civil constituye un crimen de guerra.
Las fuerzas armadas israelíes utilizaron este tipo de bombas que supone un alto riesgo de quemaduras insoportables y sufrimientos a lo largo de vida para los lesionados.
El veterano escritor italiano Manlio Dinucci, indicó en su último artículo por el sitio que la Amnistía Internacional y Human Rights Watch demostraron pruebas concluyentes el ejército israelí bombardeó regiones en el norte de Gaza con proyectiles de fósforo blanco.
Los lesionados de estos bombardeos, tal vez tuvieron la suerte de escapar de la muerte pero podrán sufrir graves quemaduras que a menudo llegan hasta los huesos, que son difíciles de curar y pueden causar infecciones peligrosas, comentó.
Agregó que si no se sacan todos los fragmentos de fósforo blanco del cuerpo lesionado, podrían agravar las heridas después del tratamiento y volver a encenderse al exponerse al oxígeno.
El uso de fósforo blanco por parte de Israel sólo revela sus intenciones cometer genocidios contra el pueblo palestinos a pesar de las grandes cifras de muertos y heridos dejado por sus bombardeos contra esta nación durante los últimos quince días, explicó el sitio web.
Del 27 de diciembre de 2008 al 18 de enero de 2009, Israel disparó unas 200 bombas de fósforo blanco contra zonas pobladas de Gaza.
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