Damasco, 5 oct (SANA) Para llegar a Beit Nizam en el antiguo Damasco hay que andar por los callejones estrechos de la capital habitada más antigua del mundo, donde los visitantes sienten una mezcla de amor y nostalgia.
Esta casa, única en su arquitectura, fue construida en 1760 en el barrio Al-Shaghour, y su nombre se debe a la última familia que la habitó.
La edificación mezcla la arquitectura damasquinada con otras artes urbanas de diversas partes del mundo, lo cual le dio un carácter distintivo que reflejó la capacidad de los artesanos de esta ciudad milenaria para integrar diferentes escuelas de arte.
La Casa Nizam se distingue por su riqueza arquitectónica que se ve reflejada en las decoraciones mamelucas y espejos que reflejan la luz que entra por las ventanas.
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