Damasco, 30 sep (SANA) Los damascenos de mayor edad, especialmente aquellos que tienen más de 70 años y residen en el casco antiguo de la milenaria ciudad de Damasco, recuerdan cómo era la vida nocturna en las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo pasado, conocidas como “los buenos tiempos”, cuando la ciudad vivía su época dorada de apertura y prosperidad.
En un pequeño rincón, en la Calle Recta del emblemático barrio de Bab Sharqi, Michel Salloum, conocido como “Abu George”, abre cada día su bar homónimo, considerado el más antiguo que se mantiene abierto en Damasco desde hace aproximadamente nueve décadas. Fue construido en 1910 y su primer dueño fue el tío de “Abu George”, quien en 1950 lo vendió al padre de “Abu George”.
El lugar se distingue por su estilo clásico, con una decoración típica de la artesanía de Damasco, como la madera, la iluminación cálida y los objetos vintage que crean un ambiente único. Entre estos detalles simples, los visitantes pueden experimentar una especie de éxtasis, antes de que los efectos del vino que consumen hagan su efecto, especialmente cuando se entonan las adorables canciones que evocan sentimientos inolvidables.
En 2008, la calle “Bab Sharqi” en Damasco fue sometida a restauración y se cerraron varios edificios históricos, incluido el emblemático bar de “Abu George”.
Estuvo cerrado durante un año completo, antes de ser restaurado y reabierto al público en 2009, conservando su estilo inspirado del hermoso pasado pero con un aspecto moderno.
Con el inicio de la guerra en Siria en 2011, muchas tiendas, hoteles y negocios comenzaron a perder clientes cerrar sus puertas, incluidas algunas tabernas, sin embargo, Abu George se mantuvo abierto con el Arak local (alcohol de la uva) y la cerveza, a pesar de los proyectiles mortales, donde los clientes se pasaban hasta horas de la madrugada olvidando todos los dolores de la guerra que los rodeaban.
Watfeh Salloum/fm/ed