A partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno estadounidense usó su poder económico, militar y los organismos financieros nacidos del acuerdo de Bretton Woods para sancionar a los Estados que no se alinean a sus intereses
Damasco, 02 sep (SANA) «En un mundo que atraviesa una profunda crisis multidimensional, no debería existir lugar para las medidas coercitivas abusivas de Estados Unidos, que provocan sufrimiento a millones de personas», afirmó en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.
El también miembro del Buró Político aseguró que «EE. UU. es responsable del 42 % de las sanciones unilaterales impuestas a nivel global desde 1950».
A partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno estadounidense usó su poder económico, militar y los organismos financieros nacidos del acuerdo de Bretton Woods –dada la debilidad de la mayoría de los países del mundo, y escudándose en el anticomunismo– para sancionar a los Estados que no se alinean a sus intereses, refirió Telesur.
Tiene de moda sancionar por la violación a los derechos humanos y el terrorismo, incluso a países donde se ha comprobado, por documentos desclasificados, que el mismo Gobierno estadounidense ha alentado, financiado y protegido a regímenes dictatoriales en América Latina y el Caribe, Medio Oriente, África y Asia, sin contar decenas de invasiones y golpes de Estado.
Durante más de seis décadas, EE. UU. ha construido un amplio y abarcador sistema de medidas coercitivas unilaterales con alcance extraterritorial. Ejemplo de ello es su política de cambio de régimen hacia Cuba, que impacta negativamente en el derecho a su desarrollo. También Venezuela, Irak, Irán, Siria, Nicaragua, Rusia, Sudán, República Democrática del Congo, entre otros, son ejemplos de países víctimas del verdugo internacional.
Fuente: Granma