Mujeres de Siria que marcaron hitos en la historia

Mujeres de Siria que marcaron hitos en la historia
Mujeres de Siria que marcaron hitos en la historia

La huella de las femeninas sirias se destacó desde la antigüedad hasta la actualidad, incluso las mujeres sirias han sido a lo largo de la historia protagonistas de grandes cambios y se convirtieron en ejemplos de inspiración, motivación y admiración.

Damasco, 8 mar (SANA)  El 8 de marzo es conocido desde 1975 como el Día Internacional de la Mujer, una fecha en la que se reconoce el papel de la mujer y su aporte al desarrollo social, económico, político y cultural de cualquier sociedad.

La huella de las fémeninas sirias se destacó desde la antigüedad hasta la actualidad, incluso las mujeres sirias han sido a lo largo de la historia protagonistas de grandes cambios y se han convertido en ejemplos de inspiración, motivación y admiración.

Zenobia, la “Reina Guerrera Siria” que desafió el Imperio Romano

Su nombre en la lengua palmirense se pronuncia: “Pat Zbay” que, según la lengua aramea, lengua oficial de Palmira en aquella época, significa el poder de Júpiter.

Nacida en Palmira y educada en Alejandría, Zenobia estudió la historia de los griegos y romanos, y fue críada con la moral y las ambiciones de Cleopatra, de quien decía ser descendiente.

Era una mujer obsesionada con la gloria y el poder viendo en su marido, Septimio Odenato, la oportunidad de lograr este sueño.

Esta mujer, conocida por su belleza, coraje e inteligencia, era digna de ser la esposa de Odenato, quien fue apodado “El Jefe de Oriente”, y logró mucho reconocimiento por parte de Roma por sus exitosas campañas contra los persas.

Zenobia asistió junto a su marido a los consejos del pueblo y las sesiones del Senado, y no solo heredó el cargo de su muerte sino estaba decidida a extender su autoridad sobre el Estado romano oriental.

Tras la muerte de su marido en 267 d. C., Zenobia se proclamó reina regente en nombre de su hijo Vabalato, fruto de su matrimonio con Odenato, quien fue de menor edad para asumir el cargo, y dirigió el reinado, los senados y las guerras, así como los trabajos de reconstrucción y construcción.

Se destacó entre los líderes de aquella época por su coraje, incluso la llamaron “la Reina Guerrera”.

Gracias a las modernizaciones ordenadas por ella, se le debe la reliquia más antigua presente hasta la fecha en Palmira.

Su reinado fue muy corto, del 267 al 272, pero consiguió dar un esplendor como nunca antes se había visto en la historia de las mujeres.

La reina inició una serie de trabajos para fortificar y embellecer la ciudad de Palmira, lo cual aún se pueden contemplar en sus imponentes ruinas.

Grandes columnas y colosales estatuas, templos, monumentos y jardines son testigos de la política edilicia de Zenobia.

Su reino se expandió al resto de Siria y se extendió desde las costas del Bósforo hasta el Nilo.

Sus huellas fueron encontradas también en la costa siria, en Alejandría, Baalbek y cerca de Damasco.

Ella misma supervisó los procesos de expansión y construcción, y lideró su reino firmemente con una determinación de una verdadera luchadora.

Zenobia invadió Egipto en el año 270 d.C. para devolverlo al dominio del Imperio Romano. Asimismo, extendió su influencia en Asia Menor alegando hacer todo eso por Roma.

Dio a su reino el nombre del “Imperio de Oriente y Reino de Palmira” y se convirtió en el reino más importante y poderoso de Oriente, lo que llevó al emperador romano, Aureliano, a negociar con Zenobia para proteger las fronteras de su imperio, y para detener el avance de los ejércitos palmirenses a cambio del reconocimiento de los títulos y privilegios reales de su hijo.

La reina guerrera ordenó acuñar la moneda de Palmira con la imagen de su hijo Vabalato en la primera cara de la moneda, y en la segunda, la imagen del emperador, Aureliano, y así hizo distinguir el dinero sirio del dinero romano.

Mientras tanto, Aureliano estaba decidido a enfrentarse al poderoso reino que dominaba muchas áreas. En 271 d. C., un fuerte ejército dirigido por el propio emperador se marchó hacia Siria donde estalló una gran batalla entre el Reino de Palmira y el Imperio Romano en Antioquía, obligando a Zenobia a retirarse hacia Palmira.

Más tarde, el emperador romano avanzó hacia la ciudad de Homs donde libró una batalla feroz en la que el ejército de Zenobia sufrió numerosas bajas.

Aureliano siguió avanzando hacia Palmira y sitió estrictamente sus muros. Zenobia resistió valientemente a los invasores y declaró que luchará hasta la muerte en defensa de su reino.

El emperador romano le ofreció rendirse y salir a cambio de mantener intacta la ciudad, pero ella se negó e hizo un plan de contraataque al ejército del enemigo.

Zenobia fue capturada tras feroces combates cerca del río Éufrates, y trasladada a Roma donde murió misteriosamente en 274.

Ghada Al-Samman, reconocida escritora y novelista siria

La historia de la literatura siria está llena de nombres femeninos que contribuyeron a enriquecer la literatura mundial con sus escritos, como Colette Khoury, Ghada Al-Samman y muchas otras.

Nacida en 1942 en uno de los barrios antiguos de Damasco, Al-Samman se destacó desde los años sesenta del siglo pasado en el mundo del periodismo y la literatura.

Logró mediante sus escritos romper las normas retrógradas de la sociedad sobre diversos temas relativos a la mujer, así como escribió sobre el amor, la guerra y la libertad.

Al-Samman es una reconocida escritora y novelista siria a nivel árabe e internacional. A pesar de su migración, sus novelas y poemas estaban llenos de la fragancia del jazmín y la albahaca de Damasco.

Sobre Damasco dijo: “Amo su ruido en el momento del silencio, y en su terremoto encuentro mi estabilidad”.

La escritora trató el tema de las conspiraciones y las guerras contra el mundo árabe, y publicó docenas de libros sobre las artes y la literatura, así como cuentos, novelas y ensayos, lo que la convirtió en un foco de atención para los lectores en el mundo árabe.

Mujer de Alepo da ejemplo de autodependencia

Con diseños tradicionales inspirados del patrimonio de su ciudad natal Alepo en el norte de Siria, Jaidaa Azraq creó su propio proyecto de producir alfombras y tapices orientales y típicos de Alepo.

Armada con su creatividad y profesionalismo, la artesana convirtió una casa antigua en un taller en el barrio de Jub al-Qobba en el casco antiguo y logró incluso, ofrecer oportunidades de trabajo a varias personas.

Jaidaa Azraq explicó a SANA que antes del estallido de la guerra tenía junto a su esposo una planta pequeña en Sheikh Najjar, al este de Alepo, pero se vio obligada a parar la producción por los daños que sufrió su instalación a consecuencia de ataques y bombardeos de las agrupaciones terroristas.

Agregó que a pesar de la dolorosa pérdida de su hijo, que luchaba en las filas del ejército sirio contra los terroristas, no sucumbió al dolor y decidió empezar de nuevo después de recibir ayuda del gobierno que le permitió comprar nuevas máquinas de coser y bordar.

Promociono mis productos a través de Internet y las páginas de las redes sociales, y continuaré con ese trabajo, que me encanta, a pesar de las circunstancias difíciles, indicó.

Asimismo, muchas mujeres de Siria rompieron barreras de género en la sociedad y lograron un gran éxito de ejercer profesión que tradicionalmente reservados a los hombres.

Mujeres sirias reconocidas por la ONU

En mayo 2021, la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra celebró una galería fotográfica virtual titulada “No es oficio de mujer”, para la que muchas mujeres trabajadoras del mundo fueron seleccionadas en reconocimiento y apoyo a sus esfuerzos.

Entre las mujeres elegidas por las Naciones Unidas figuran; la ingeniera eléctrica siria, Safa Nofal, y la árbitra internacional de fútbol, Ruba Zarqa, como modelo para las mujeres sirias trabajadoras que se dedican a las profesiones más difíciles junto a los hombres.

Watfeh Salloum/Fady Marouf

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