Ganador de dos Grammy Latinos (2006) y una estatuilla a la Excelencia Musical (2015), conjugó una mixtura de géneros y sonoridades en el continente, que oscilaron entre la tradición y la modernidad en tanto su discografía abarcó el filin, el jazz, la rumba, el son o el bolero desplegados en medio centenar de álbumes.
La Habana, 23 nov (SANA) Las canciones de Pablo Milanés inundaron el Pabellón Cuba en La Habana en sentido homenaje de los trovadores cubanos a uno de sus más grandes referentes musicales, fallecido el lunes último.
Fernández, Abel Acosta, Raúl Torres, Adrián Berazain, Erick Méndez, Tato Ayres, entre muchos músicos que solicitaron participar en el tributo, volvieron sobre las letras del fundador del Movimiento de la Nueva Trova cubana junto a Silvio Rodríguez y Noel Nicola.
En el concierto, el trovador Erick Méndez recordó que el autor de la mítica Yolanda no solo fue un gran artista, sino un gran ser humano que ayudó a muchos jóvenes músicos como él, pagando con su dinero la grabación de discos y la promoción de su obra.
Los amantes de su música se congregaron en el céntrico espacio de La Rampa habanera para juntos corear los temas emblemáticos de Pablito, como lo llamó durante muchos años su pueblo, en símbolo de cariño, y que son parte de la banda sonora de las ultimas seis décadas en la isla caribeña.
El deceso del reconocido músico y compositor cubano impactó a la nación cubana toda, que desde la noche del lunes, tras conocerse la triste noticia, lo reverencia con innumerables muestras de admiración, respeto y amor, así como desde diferentes países de Hispanoamérica, cuyas autoridades, personalidades y representantes del arte han manifestado sus condolencias.
Desde el pasado 11 de noviembre, la Oficina Artística del Premio Nacional de Música (2005) informó la suspensión de sus últimos compromisos de trabajo por problemas de salud asociados a una serie de infecciones recurrentes.
El artista se encontraba hospitalizado en la capital Española siendo tratado de los efectos relativos a la situación clínica provocada por una enfermedad oncohematológica que padeció por varios años.
Considerado uno de los imprescindibles exponentes de la canción de autor en español, Milanés recopiló una obra significativa para los cubanos de la isla y otras fronteras de América Latina con un repertorio superior a las 400 piezas.
El músico nacido en la oriental ciudad de Bayamo, el 24 de febrero de 1943, forjó su carrera profesional con gran versatilidad interpretativa, de la cual se nutrió el Grupo de Experimentación Sonora junto a otras voces emblemáticas en la isla.
Ganador de dos Grammy Latinos (2006) y una estatuilla a la Excelencia Musical (2015), conjugó una mixtura de géneros y sonoridades en el continente, que oscilaron entre la tradición y la modernidad en tanto su discografía abarcó el filin, el jazz, la rumba, el son o el bolero desplegados en medio centenar de álbumes.
Asimismo, hizo reverencia a la trova tradicional, la canción de resistencia popular chilena y profesó tributo a figuras de la historia cubana como el Apóstol José Martí o el poeta nacional Nicolás Guillén; también a íconos latinoamericanos a la altura del brasileño Chico Buarque y los grandes del bolero mexicano, entre ellos, Armando Manzanero.
En la isla, el artista ofreció su último concierto en el popular coliseo de la Ciudad Deportiva, donde acudieron miles de connacionales en un noche marcada por temas icónicos y otros de su reciente álbum Días de Luz, cuya gira promocional lo llevó a escenarios de Estados Unidos y España.
Tras casi tres años sin cantar en su tierra, Pablo constató el afecto de los suyos por su creación cargada de las vivencias y realidades de la isla, a tono con su declaración de principios durante más de seis décadas distinguiendo el panorama de la trova cubana.
Tomado de Prensa Latina