La marea hacia la izquierda y la reintegración de Sudamérica

Los países de Sudamérica parecen dirigirse cada vez más en la misma dirección. En una nueva oleada de izquierdas, el continente empieza a restablecer lazos que hace tiempo están deteriorados.

Damasco, 12 ago (SANA) Ante los obstáculos económicos mundiales y la crisis generalizada que afecta al continente, Sputnik habló con expertos en relaciones internacionales sobre los caminos para reanudar la cooperación entre los sudamericanos.

Los países de Sudamérica parecen dirigirse cada vez más en la misma dirección. En una nueva oleada de izquierdas, el continente empieza a restablecer lazos que hace tiempo están deteriorados.

Durante la 60ª Cumbre del Mercosur, celebrada el 21 de julio en Paraguay, los ministros de Asuntos Exteriores de Chile y Bolivia acordaron reanudar el diálogo para normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países, rotas desde 1978 por un conflicto de acceso al mar.

Al mismo tiempo, con la elección de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, Bogotá y Caracas se han acercado tras años de tensiones y conflictos políticos. A través de sus ministros de Asuntos Exteriores, los países acordaron instituir una agenda de trabajo para reanudar las relaciones diplomáticas.

“La integración regional debe ser entendida como una política de Estado que se propone crear mecanismos de articulación de intereses y compromisos entre países”, dijo a Sputnik Robson Valdez, investigador del Núcleo de Estudios Latinoamericanos (NEL) de la Universidad de Brasilia (Unb).

En el otro lado del espectro político, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, buscará la reelección en octubre para otro mandato de cuatro años. Sin embargo, hasta ahora, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, sacudido por los nuevos vientos de la izquierda, lidera las encuestas y podría volver al Palacio del Planalto en enero de 2023.

El especialista, sin embargo, señala que, independientemente de la línea política, el Gobierno brasileño debe buscar siempre la “integración económica, política, social y cultural de los pueblos de América Latina”, citando el párrafo único del artículo cuatro de la Constitución Federal.

Valdez recuerda que la Unión Europea, aún con gobiernos de distintas ideologías, “toca su proceso de integración con el compromiso de los gobiernos de ocasión”.

“Ejemplos de ello son los gobiernos de derechas de Polonia y Hungría. Así, entiendo que es necesario retomar el diálogo propositivo de la integración regional”, explicó.

Charles Pennaforte, profesor de la Universidad Federal de Pelotas (UFPEL), afirma que la cooperación es “un aspecto de gran importancia en tiempos de crisis”. Según él, el escenario será cada vez más optimista, con una nueva coordinación de objetivos y metas.

Para el especialista, sin embargo, la “afinidad de perspectivas” ayudará a Sudamérica a buscar mejores soluciones a los problemas actuales. El profesor de la UFPEL cree que el nuevo entorno puede favorecer el diálogo.

“Lógicamente, no podemos ser ingenuos y pensar que es un proceso fácil, pero es menos difícil que con gobiernos conservadores y beligerantes desde el punto de vista político”, señaló Pennaforte a Sputnik.

Un nuevo polo de poder liderado por China y Rusia podría ayudar al continente

Leonardo Paz, analista de inteligencia cualitativa del Centro de Prospección e Inteligencia Internacional de la Fundación Getulio Vargas (FGV NPII), recuerda que la mayoría de las iniciativas de integración en la región ocurrieron precisamente a principios de la década de 2000, cuando varios países tenían gobiernos de izquierda, como Venezuela (Hugo Chávez), Argentina (Néstor Kirchner) y Brasil con Lula.

Por ello, según el especialista, “la marea hacia la izquierda tiende a aumentar las posibilidades de que los países se entiendan” para reorganizar la integración.

“Un conjunto de países más a la izquierda han avanzado mucho en la institucionalización de la región”, dijo a Sputnik, recordando la fundación de la desaparecida Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en 2008, durante la presidencia de Lula.

Paz cree que en un eventual nuevo Gobierno de Lula, “la probabilidad de que la región vea otras iniciativas de integración en un futuro próximo aumenta mucho”.

Gustavo “Petro ha extendido su brazo y [Nicolás] Maduro está dispuesto a dialogar. Es muy interesante, sobre todo porque, de hecho, tienen una visión del mundo similar.

Probablemente veremos una situación en la que Colombia dejará de condenar las actitudes de Venezuela tanto como hemos visto en el pasado”, declaró Paz.

Según Valdez, investigador de la Unb, la reorganización mundial, con el debilitamiento de Estados Unidos, podría ayudar a impulsar el nuevo periodo de unidad sudamericana.

“Es necesario retomar el espíritu integracionista, especialmente ante la consolidación del polo de poder liderado por China y Rusia, que surge del desarrollo de la crisis ruso-ucraniana”, indicó.

El continente, según él, necesitará políticas conjuntas para superar la crisis económica, con el aumento generalizado de los precios de los alimentos y los combustibles. En su opinión, es en este contexto donde Brasil puede reasumir su papel de liderazgo en Sudamérica.

“Es necesario retomar la agenda de integración, vía Unasur y Mercosur, abandonada a propósito en los gobiernos de [Michel] Temer y Bolsonaro”, instó.

Fuente: Sputnik

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