Damasco, 20 may (SANA) El envío de grandes cantidades de armas, municiones y otras técnicas de guerra desde Estados Unidos a Ucrania ha despertado suspicacia en expertos que piensan que estos arsenales puedan perder su rumbo e ir a parar a manos de grupos terroristas, como ya sucedió en otros momentos.
“Estados Unidos, en su afán por perjudicar a Rusia y neutralizar la operación militar especial de Moscú en Ucrania, ha adoptado medidas irresponsables que incluyen la entrega descontrolada de grandes cantidades de armamentos de todo tipo a Kiev”, comentó a Sputnik el analista, periodista y exdiplomático cubano Roberto García Hernández.
El experto considera que uno de los problemas fundamentales de esta transferencia de recursos y armamentos de todo tipo es que ni el Pentágono (Departamento de Defensa de EEUU) ni la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) podrán controlar el destino final de todos estos artefactos, como ya les ha sucedido en otras ocasiones, por ejemplo en el caso de Afganistán, en la década de los 80 del siglo pasado.
García Hernández reccordó que, cuando Washington entregó armamentos a los rebeldes afganos que combatían a las fuerzas soviéticas, muchas de esas mismas armas después pasaron a manos de los grupos terroristas que actuaron contra las tropas estadounidenses que invadieron el país asiático en 2001.
“Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, el pasado 24 de febrero, EEUU y sus aliados han enviado a Kiev miles de millones de dólares en sistemas de armamentos y municiones, lo que está levantando ahora el temor de que ese exceso de armas se traslade hacia el mercado negro, como ya ocurrió antes”, señaló.
Según expertos citados recientemente por el diario estadounidense The Washington Post, Ucrania se convierte en el mayor receptor de asistencia de seguridad de Estados Unidos en el mundo, teniendo en cuenta que Kiev habrá recibido este año más de lo que Washington ha proporcionado a Afganistán, Irak o Israel.
“La ayuda enviada supera el máximo aportado a las fuerzas afganas durante la guerra, si bien en aquel momento Estados Unidos tenía una presencia en el país muy importante, con lo que le resultaba más fácil rastrear el destino de las armas”, acotó García Hernández.
El analista político cubano precisó que, de acuerdo con expertos de los llamados ‘tanques de pensamiento’ estadounidenses (think tanks), entre 2003 y 2016 Estados Unidos suministró a Afganistán una enorme cantidad de material militar para las fuerzas afganas: 358.530 rifles de diferente tipo, más de 64.000 ametralladoras, 25.327 lanzagranadas y 22.174 carros de combate de diferentes tipos.
“Desde la caída de Kabul, el pasado 15 de agosto, los militantes talibanes han mostrado repetidamente ante medios de prensa internacionales las armas de fabricación estadounidense que tienen ahora en su poder”, puntualizó.
Congreso de EEUU en acción
Este 19 de mayo, el Senado estadounidense aprobó, por 86 votos a favor y 11 en contra, un paquete de ayuda a Ucrania de 40.000 millones de dólares que reabastecería las reservas de armamentos y equipos norteamericanos transferidos a Ucrania y proporcionaría miles de millones de dólares para ayudar al Gobierno ucraniano a enfrentar la operación militar especial rusa.
Se espera que el presidente de EEUU, Joe Biden, firme la legislación aprobada de inmediato, que supera su solicitud de 33.000 millones de dólares al Congreso y que contó con votación de 368 a 57 en la Cámara de Representantes.
El multimillonario paquete de armamentos potenciará el flujo de misiles, artillería, drones y otras tecnologías bélicas hacia Ucrania.
Este esfuerzo armamentístico se suma al que ya se comprometió EEUU previamente a proporcionar a Ucrania, que incluye 1.400 sistemas antiaéreos portátiles Stinger, 5.500 misiles antitanque, 700 drones Switchblade, 90 sistemas de obuses de largo alcance, 7.000 armas pequeñas y 50 millones de rondas de municiones, entre otros, de acuerdo con un artículo reciente del diario The Washington Post.
Once senadores republicanos encabezados por el senador Rand Paul (republicano por Kentucky) votaron en contra de la medida, y argumentan que tal monto afecta la ya maltrecha economía norteamericana, que aún no se ha recuperado de los efectos de la pandemia.
Monitoreo
De hecho, EEUU no está en capacidad de monitorear las armas suministradas a las milicias civiles y al ejército en Ucrania, tal y como reconoció recientemente un estudio del Quincy Institute William Hartung.
García Hernández subrayó que “esto ocurre a pesar de que el Departamento de Estado asegura que el Gobierno estadounidense investiga de manera exhaustiva sobre el armamento que envía a Ucrania y afirma que obliga habitualmente a Kiev a firmar acuerdos que impiden transferir estos equipos a terceros sin la autorización de la Casa Blanca”.
“Ahora la historia se repite y el establishment político norteamericano se presta para esta carrera contra Rusia”, advirtió.
Resaltó que esta carrera “ya está empezando a preocupar a congresistas y expertos estadounidenses que ven en este suministro masivo de armamentos una actitud irresponsable que no solo golpea la economía del país sino que también puede llegar a alimentar a agrupaciones terroristas que actúan en Europa y son enemigos jurados de Washington”.
Por Miguel Fernández Martínez