Damasco, 26 ene (SANA) Los centros culturales dentro de las cárceles de Damasco y las demás provincias sirias se han convertido en un puente que enlaza los reclusos con el mundo exterior.
Esta iniciativa se puso en marcha en septiembre de 2017, cuando los Ministerios del Interior y de Cultura firmaron un memorando de entendimiento con el objetivo de “emplear diversos instrumentos culturales tales como el cine, el libro y el teatro para lograr una gestión penitenciaria enfocada en la rehabilitación y culturización de los reclusos.
La iniciativa entró en vigor un año después de la suscripción del memorando, cuando el Ministerio de Cultura, en colaboración con el Interior, inauguró dos centros culturales y dos institutos de cultura popular en las secciones de hombres y mujeres de la Prisión Central de Adra, cerca de Damasco.
Esta iniciativa no se limitó a Damasco, ya que se abrieron también centros culturales en las cárceles de las provincias de Homs y Tartous.
En estos centros se dictaron cursos de alfabetismo digital, también se realizan diferentes exposiciones artísticas, actuaciones teatrales y proyección de películas cinematográficas.
Asimismo, las bibliotecas fueron suministradas con miles de libros por parte del Ministerio de Cultura y la Autoridad General del Libro de Siria.
Bassam Dayub, director de Educación de Adultos y Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura, precisó en declaraciones a SANA, que estos centros son parte de un plan que busca rehabilitar a los reclusos para su reintegración social futura en la comunidad.
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