Alepo, 12 dic (SANA)
Alepo y UNESCO
El patrimonio material e inmaterial ocupa una parte importante de la identidad cultural siria, especialmente la ciudad siria de Alepo, conocida como la ciudad de la belleza y la metrópoli de la creatividad árabe e inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1986.
Alepo o “al-Shahbaa” como la llaman los sirios, tiene un rico legado cultural y musical con sus canciones tradicionales de Tarab (Qudud en árabe) que fueron y siguen siendo el ícono de la música siria clásica ya que los músicos y cantantes alepinos se convirtieron en embajadores de esta melodía y canto en los foros culturales internacionales.
Gracias al trabajo incansable y sistemático desde 2018 por la Secretaría Siria para el Fomento, en cooperación con la comunidad local y el difunto cantoautor sirio Sabah Fakhry, los Qudud al-Halabiya pronto serán inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Humano de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que recibió un expediente completo sobre este género musical.
El origen de este género en Siria se remonta al siglo XVIII, gracias al poeta y músico sirio Amin al-Jundi, oriundo de la ciudad de Homs, quien fue considerado uno de los pilares del renacimiento cultural árabe en aquella época.
¿Qué son los Qudud ?
Según especialistas y expertos en música, los Qudud son canciones tradicionales sirias que combinan versos en árabe clásico basadas en la poesía con antiguas melodías religiosas, cuyos temas suelen ser el amor, el anhelo y la espiritualidad.
Canciones de los Qudud
El maestro Adnan Fathallah, el Decano del Instituto Superior de Música en Damasco explicó que el músico Amin al-Jundi escribió muchos Qudud en Homs que fueron interpretados por cantantes locales de la misma, pero la ausencia de documentación y la indiferencia hacia la grandeza de este tipo de arte llevó a los artistas de Alepo en el siglo pasado a grabar estos Qudud en la Radio Alepo.
Fathallah indicó que la idea de los Qudud comenzó con la pieza “dale agua al sediento” que fue escrita íntegramente por Amin al-Jundi. De igual manera, hay otros Qudud que tuvieron gran fama en Damasco y llevaron uno de sus rasgos históricos y patrimoniales como las piezas “Vuela, paloma” y “Oh, Damasco”.
En el mismo contexto, la veterana cantante siria Mayada Al-Hanawi, expresó su alegría por la próxima inscripción de este género en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de UNESCO, donde Alepo pudo preservar este patrimonio humano a lo largo de muchos años.
Desde su liberación, la ciudad de Alepo ha asombrado a todo el mundo por su capacidad sorprendente de recuperación tras años de una guerra terrorista que apuntó contra sus monumentos culturales y lugares arqueológicos, y por eso, fue bien merecido el título de capital de la cultura siria y cuna de civilizaciones antiguas .
ws/fm