Nueva York, SANA
Siria fustigó el incumplimiento del Consejo de Seguridad de la ONU de sus responsabilidades para poner fin a la ocupación israelí de los territorios árabes, y consideró que esa ocupación representa una amenaza para la seguridad y paz regionales e internacionales, y es el principal factor de tensión y de los constantes conflictos en Oriente Medio.
Esta postura fue expresada por Bashar Jaafari, el Viceministro de Exteriores y Expatriados, y embajador de Siria ante las Naciones Unidas, en una sesión del CSNU sobre la situación en Oriente Medio.
“Algunos países occidentales que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad, encabezados por EEUU, han convertido su membresía en una plataforma para proteger y prolongar la ocupación israelí y asegurar que sus autoridades no rindan cuentas por sus crímenes de lesa humanidad y violaciones de los derechos humanos”, dijo Jaafari.
Explicó que el desprecio de las autoridades israelíes al derecho y las resoluciones internacionales alcanzó niveles sin precedentes, como la continuación de sus frecuentes agresiones contra el territorio sirio (más de 50 en menos de un año) la más reciente tuvo lugar el pasado viernes, cuando la entidad israelí bombardeó las cercanías de la ciudad de Hama causando la muerte de cuatro miembros de una misma, y la destrucción de varios hogares de civiles inocentes.
El diplomático denunció las atrocidades cometidas por el ocupante israelí en el Golán sirio ocupado, y mencionó en este sentido, la construcción de asentamientos, la discriminación racial, los arrestos arbitrarios, las torturas, el desplazamiento, el cambio demográfico, el saqueo de los recursos naturales, y los intentos de imponer su “nacionalidad” por la fuerza y el chantaje.
En este contexto, hizo referencia a las recientes obras de expansión del llamado “asentamiento Trump” establecido en la aldea siria ocupada de al-Qanaaba en el Golán, y los preparativos que han comenzado desde principios del mes pasado hasta ahora para trasladar a decenas de colonos israelíes a este nuevo asentamiento en el marco de la política de expansión colonial y los intentos israelíes de suprimir la identidad del Golán sirio.
Asimismo, hizo alusión a la confiscación de amplias superficies de tierras agrícolas de los golaneses para establecer un parque eólico.
El delegado sirio ratificó la exigencia de Siria al Consejo de Seguridad de la ONU para tomar urgentes medidas que garanticen el cumplimiento de la resolución No. 497 del año 1981 y obliguen a la entidad israelí a detener sus prácticas de asentamiento y medidas represivas contra los habitantes del Golán sirio ocupado, y retirarse hasta la línea del 4 de junio de 1967.
Instó a la comunidad internacional a presionar a “Israel”, siendo la potencia ocupante, para que abra el cruce de Quneitra, la arteria que conecta a la población golanesa con su patria.
Concluyó su intervención con ratificar el apoyo de Siria al derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, al retorno, y a establecimiento de su estado independiente sobre su territorio nacional con Al-Quds (Jerusalén) como capital, así como renovó la solicitud de otorgar a Palestina una plena membresía en las Naciones Unidas.
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