Siria no negocia su soberanía.

Damasco, SANA

Durante casi una década Siria ha sido desangrada por la guerra y el pavor. Así fue incluso en los últimos días del 2020 cuando el régimen de Israel lanzó ataques con misiles a zonas fronterizas, mientras grupos terroristas que operan en las provincias de Idlib, Hama y Latakia realizaban acciones que varios analistas evaluaron como extrañamente coincidentes.

Datos divulgados en medios oficiales sirios, rusos, en redes sociales y reportados por la corresponsalía de la agencia Prensa Latina en Damasco, precisan que las operaciones israelíes se ejecutaron, como es habitual, desde el espacio aéreo del Líbano y los territorios ocupados de Palestina; y que los efectivos terroristas atacaron a militares rusos y al Ejército sirio en las llamadas zonas de distensión nunca respetadas.

Tales hechos confirman las palabras del embajador sirio en La Habana, Idris Mayya, quien días antes, en entrevista a Trabajadores reconoció que en su país existe una situación militar favorable, salvo en Idilb y zonas colindantes, donde se concentran fuerzas terroristas, entre ellas las del Frente Al Nusra, hoy también conocido como Junta para la Salvación del Levante y que recibe ayuda desde Turquía.

“Al norte y noroeste tenemos una porción de territorio ocupado por fuerzas apoyadas por Israel, Turquía y Estados Unidos, aseguró el diplomático, pero el pueblo sirio no negocia su soberanía, está decidido a liberarlo. Emplearemos para ello todos los medios militares y pacíficos que nos ofrecen el Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas”.

Los impactos del conflicto bélico han sido agravado por las sistemáticas sanciones y el bloqueo económico de Estados Unidos contra el país árabe, así como por la pandemia de la Covid-19, que al cierre, según datos del sitio de referencia www.worldometers.com, había dejado allí 11 mil 526 contagiados y 727 fallecidos.

“Ha sido un año particularmente difícil, reconoció el embajador, la epidemia ha afectado a todo el mundo sin importar sistemas ni ideologías, y ha golpeado fuertemente los sistemas de salud, incluidos los de los países desarrollados. A pesar de ello el gobierno de la República Árabe Siria ha hecho enormes esfuerzos para contrarrestar los daños, ha brindado toda la ayuda posible a sus ciudadanos y ha adoptado protocolos médicos adecuados, enriquecidos por las experiencias de países amigos”.

Estas atenciones incluyen a los refugiados y desplazados por la guerra que se han acogido al programa de retorno y a las amnistías decretadas por las autoridades sirias.

“Nuestra nación ha cultivado excelentes relaciones con países amigos que trabajan prometedores candidatos vacunales contra la Covid-19, entre ellos Rusia y Cuba. El Gobierno se mantiene en comunicación permanente con ellos para obtener las vacunas tan pronto estén disponibles”.

Mayya añadió que su país también tiene el desafío de la reconstrucción. Recordó que varios proyectos se han visto seriamente afectados por las sanciones económicas de Estados Unidos. Precisamente en estos días la relatora especial del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Alena Douhan, pidió a través de su cuenta twitter que EE. UU. corrija esa actitud que impide rehacer la infraestructura civil destruida por la guerra y el terrorismo: “El conflicto y la violencia ya han producido un gran impacto en la capacidad del pueblo sirio para materializar sus derechos fundamentales, habiendo dañado ampliamente casas, unidades médicas, escuelas y otras instalaciones”, tuiteó Douhan.

A una pregunta acerca de la solidaridad con Palestina, el diplomático Mayya citó la frase del líder histórico de su pueblo Haféz al-Asad, quien reiteraba ‘Palestina existe antes del Golán’, con ello reconocía que si es justa la reclamación de Siria sobre los territorios ocupados por Israel en las Alturas del Golán, más lo es la causa palestina.

“El mundo conoce nuestra firme posición de principios con respecto a los legítimos derechos del pueblo palestino. Esa intransigencia ha sido una de las causas más importantes que subyacen en la guerra terrorista que se nos ha hecho durante casi 10 años. No obstante, la postura de Siria seguirá siendo la misma y el presidente Bashar al-Asad ha dejado claro que la guerra no conseguirá debilitarnos.

Palestina ha sido y será también nuestra causa”.

Mayya recordó que este año se celebraron los 55 años de relaciones diplomáticas con Cuba y que los vínculos bilaterales son históricos, construidos por los líderes de ambas naciones: Haféz al-Asad y Fidel Castro Ruz. “Estamos seguros de que los lazos serán cada vez más fuertes, así lo han indicado nuestros respectivos gobiernos encabezados por Bashar al-Ásad y Miguel Díaz-Canel”, enfatizó.

Tras más de tres años como embajador en la mayor de las Antillas, el diplomático reconoce importantes logros y aspiraciones mayores. Entre los primeros incluye la firma de cinco acuerdos bilaterales de colaboración en los campos de información, salud, cultura, turismo y educación superior; así como el intercambio de visitas, entre ellas la de tres ministros sirios y una representación de alto nivel del Partido Baaz Árabe Socialista, que fueron recibidos por sus homólogos en Cuba.

“Hemos estado trabajando para impulsar las relaciones económicas, continuar estimulando la entrada de medicamentos cubanos en Siria y esperamos que este año retomemos el plan de visitas que resultó afectado por la crisis epidemiológica”, dijo.

“Al mundo le deseamos paz, quisiéramos que el 2021 fuera un año de paz para el mundo”, concluyó el embajador Idris Mayya.

Fuente: periódico Trabajadores

Check Also

Más de 44 mil muertos durante 414 días de agresión israelí a Gaza

Jerusalén ocupada, 23 nov (SANA) El Ministerio de Salud palestino anunció hoy en un comunicado, …