Hasakeh, SANA
Nunca pensó dejar la profesión que heredó de sus antepasados y la enseñó bien a sus hijos para que el nombre de su familia siga atado al oficio de alfarería durante muchos años.
Misak Pedersian, un anciano de 83 años de los cuales pasó 70 años en la profesión de alfarería, vive en la ciudad nororiental de Qamishli.
Aunque ahora no puede trabajar, Pedersian supervisa el trabajo de su hijo Mikhail.
“Empecé a trabajar en la alfarería a la edad de 13 años y durante muchos años fabriqué una gran cantidad de utensilios y cerámicas de muy buena calidad”, explicó el artesano a SANA.
Señaló que esa profesión requiere paciencia, esfuerzo y habilidad, así como buscar y usar la arcilla en su temporada.
“Anteriormente obteníamos la arcilla de la frontera sirio-turca y desde el comienzo de la guerra y la ocupación turca, se hizo cada vez más difícil acercarse a la frontera por temor a los francotiradores y el asesinato a manos de los mercenarios proturcos”, agregó.
A.H/F.M