Damasco, SANA
La batalla por Idleb y su respectiva recuperación sellaría el triunfo de la República Árabe Siria sobre los grupos terroristas, sobre las potencias occidentales, EE.UU, sobre los sueños turcos de la construcción de un califato neo-otomano, y muy en especial sobre el sionismo israelí, que en su sueño de balcanizar toda la región y crear el gran Israel, fue el principal planificador de la destrucción de Siria como Estado-Nación.
Siria siempre ha estado en guerra con Israel desde la creación artificial de este último, Participó en la guerra de 1948, en la guerra de los seis días de 1967, y en la guerra de liberación de 1973. Desde entonces Israel explota las reservas hídricas del Golán y lo somete a proceso de judaización, aumentando la comunidad judía y tratando de borrar el pasado árabe de este territorio. Por lo tanto, no existe una frontera definida entre Siria e Israel, y, además, se podría decir que desde 1973 hasta la actualidad lo que existe es una “tregua prolongada”.
Con la llegada de las llamadas “primaveras árabes” (que no es otra cosa que la aceleración del plan Yinon israelí), la República Árabe Siria estuvo a punto de desaparecer como Estado-Nación, y ser balcanizada en tres o cuatro micro-estados. La OTAN, La CIA, y La Mossad junto con Arabia Saudita apoyaron grupos radicales yihadistas y pagaron a mercenarios de todas las nacionalidades del mundo para destruir a Siria. Junto con el apoyo logístico, militar y médico que el gobierno israelí a cargo del ultraderechista Benjamín Netanyahu dio a los terroristas heridos.
Las “primaveras árabes” tenían como propósito acelerar la implementación del Plan Yinon (este consiste en reconfigurar todo Oriente Medio y convertir a Israel en una potencia regional), estas lograron la destrucción de Libia y Yemen, y permitir el ingreso del Daesh (mercenarios de todas las nacionalidades del mundo financiados por la OTAN), Siria resistió al plan diabólico orquestado por Israel. Pero si Siria hubiera caído, estaría en un caos peor que el de Libia, y la próxima víctima hubiera sido el Líbano, destruyendo todo el orden “democrático”, y creando conflictos étnicos y religiosos inexistentes y hasta lo mejor lo hubieran balcanizando en varias provincias. Por eso Hezbolá luchó en Siria, porque sabía que, si este último caía, Líbano sería el siguiente objetivo del sionismo. Balcanizar Siria, Irak y Líbano objetivo de Israel para despoblar estos territorios y luego anexarlos a su macro-estado. Para esto necesita, destruir a Irán, el pez gordo de la región y el principal objetivo del sionismo en estos momentos.
Con la victoria en Idleb, Siria sobreviviría como estado y lograría mantener su integridad territorial. La intervención ilegal de Turquía en Siria es el último intento de la OTAN de fragmentar Siria o por lo menos mantener un caos permanente. Erdogan trata de anexionarse Idleb y EE.UU. busca crear una región autónoma muy similar al de “Kurdistán iraquí”.
La entidad sionista no ha renunciado a su sueño de crear El Gran Israel. El régimen israelí no tiene ningún afán en consolidarlo y sabe que de momento es imposible. Pero así como esperaron 2000 años para volver a su “tierra prometida” Palestina, podrían esperar un tiempo similar para La Creación del Gran Israel. Pero por el momento, aunque Siria este en batalla contra el terrorismo, pero logró derrotar a occidente y sus planes de remodelar toda la zona, también a Arabia Saudita y las monarquías del golfo pero sobre todo logró vencer los planes hegemónicos de la entidad sionista y así evitar la creación del Gran Israel.
Por: Felix Antonio Cossío Romero
Fuente: Las2Orillas.