Convoy de camiones cargados de armas entra a Siria para apoyar a milicia mercenaria de Washington

Hassakeh, SANA

En una nueva violación norteamericana a las leyes internacionales, un convoy de decenas de camiones y vehículos militares de la llamada “Coalición Internacional” dirigida por Washington, ingresó ilegalmente a la ciudad siria de Qamishli, para apoyar a las milicias separatistas de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) que asedian y asaltan a los residentes de Qamishli y saquean el petróleo de la región oriental.

Fuentes civiles informaron sobre el ingreso de un nuevo convoy de 200 camiones cargados de ayudas logísticas y vehículos militares correspondientes a la autodenominada “Coalición Internacional” a través del paso ilegal de Semalka entre la provincia de Hassakeh y la región norteña de Irak.

El convoy se dirigió a la ciudad de Qamishli en apoyo a las milicias de FDS y Asayish que mantienen fuertes lazos con el enemigo israelí.

Medios de prensa revelaron en mediados del pasado mes de julio, que el llamado “Consejo Democrático Sirio” planifica vender el petróleo sirio saqueado por la milicia FDS a la compañía israelí Kahana en un promedio de 25 mil barriles por día, así como otorgar a esta compañía el derecho de explorar el petróleo en la región siria de al-Jazeera.

En declaraciones a SANA, algunos habitantes de la región nororiental denunciaron la presencia norteamericana en Hassakeh, y señalaron que el apoyo prestado por Washington a las milicias separatistas tiene como objetivo prolongar la guerra y mantener la inestabilidad y el caos, así como cubrir las operaciones de saqueo de la riqueza nacional llevadas a cabo por estas milicias terroristas.

Informaron que las milicias traidoras han procedido durante los últimos meses a reprimir las manifestaciones que salieron para exigir la expulsión de las tropas estadounidenses y francesas de Siria, y el término de las políticas injerencistas.

Denunciaron que las masacres cometidas por la alianza ilegal liderada por EEUU contra los residentes de Deir Ezzor, Hassakeh, Raqqa, y Alepo, causaron miles de víctimas mortales y heridos, y la destrucción de numerosas casas y la infraestructura.

Lynn A./ F. Marouf

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